10 Enero 2009

Para la USACh hay contaminación del aire "preocupante" en Santiago desde el verano

Profesor Patricio Pérez explica que según la norma europea, la capital supera varias veces los niveles de riesgo. El Mercurio 10 de enero de 2009.

Sólo considerando la norma europea de medición del material contaminante grueso, la ciudad de Santiago en varias ocasiones al año supera niveles de riesgo... ¡pero desde el mismo verano! Así lo advierte el coordinador del Centro Meteorológico Ambiental de la Universidad de Santiago, profesor Patricio Pérez, quien hace un llamado a hacer más drásticas las medidas del plan antiesmog de la capital. El experto llama la atención de que erróneamente se piensa que el esmog de Santiago empieza en abril de cada año y termina a fines de agosto, siendo que en realidad comienza mucho antes, aunque aclara que no en los niveles críticos de invierno. Y de inmediato explica que mientras los índices de calidad del aire de la ciudad aparecen en internet como "buenos" en las ocho estaciones de monitoreo, si ello se hace considerando la norma europea la situación cambia, porque en algunos días se superan los niveles de riesgo a la salud. "Si bien se tiene la idea de que en primavera y verano no tenemos problemas de contaminación, eso depende de las metas que nos pongamos", dijo. Agrega que en esta época se supera "con frecuencia la norma europea de Material Particulado MP10 (grueso), que es de 50 microgramos/metro cúbico para el promedio de 24 horas". Si tal parámetro europeo se convierte a la modalidad de medición y norma chilenas, equivale a un ICAP 33 o más, es decir, a partir de ese punto hacia arriba comienza a tener una incidencia en la salud humana en el mediano y largo plazo. A modo de ejemplo, el profesor Pérez explicó que el 30-31 de diciembre pasado todas las estaciones de monitoreo estaban justamente sobre el ICAP 33, salvo Las Condes. "La estación El Bosque estaba a las 9 de la mañana en un ICAP 57, equivalente a los 85 microgramos/metro cúbico", dijo. El experto explica que esto significa probablemente que las medidas de descontaminación del plan más reciente, muchas de las cuales son una copia de exigencias que se aplican en países desarrollados, tenderán a conseguir que se ajusten a la norma europea en primavera-verano. "Pero lo más seguro es que para enfrentar las condiciones meteorológicas desfavorables del otoño-invierno, que no ocurren en la mayor parte de las ciudades de Europa y Estados Unidos, necesitemos medidas mucho más drásticas", dijo.



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